La orden sería dada a través de una alocución por la emisora Radio Camagüey, la cual contaba con el apoyo de una célula del Movimiento liderados por el locutor Laureano Céspedes
Por Jorge Navarro Torres/Colaborador
Abril, 2024.- Transcurría el año 1958 en Cuba, la lucha contra la dictadura batistiana se hallaba en pleno auge.
En la Sierra Maestra el Ejército Rebelde -bajo la conducción del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz- consolidaba sus posiciones, mientras en el llano distintas fuerzas patrióticas hacían sentir su presencia con diversas acciones.
Para dar la estocada final al régimen tiránico se convocó para el 9 de abril de ese año a una Huelga General con tal propósito en todo el país.
En el territorio agramontino el Movimiento 26 de Julio, junto a integrantes de la resistencia cívica, organizaron entre otros hechos el asalto y toma de la Planta Eléctrica de la capital camagüeyana, así como la de Vicente, en el poblado de la actual provincia de Ciego de Ávila.
La orden sería dada a través de una alocución por la emisora Radio Camagüey, la cual contaba con el apoyo de una célula del Movimiento liderados por el locutor Laureano Céspedes.
La inteligencia y el valor de esos hombres les permitieron burlar de forma subrepticia la vigilancia impuesta en el lugar por la tiranía y que el llamado al levantamiento se difundiera por toda la región.
Durante varias horas Camagüey, como toda Cuba, fue escenario multiplicado de lo que acontecía en las montañas orientales y aunque la Huelga no tuvo el éxito esperado si reafirmó el compromiso de mujeres y hombres de ser libres o mártires por la libertad del país.