Casitas infantiles benefician a madres y padres en Camagüey

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Para Aylen Peña Ayala, trabajadora de la Oficina Nacional de Administración Tributaria en Camagüey, la creación de las casitas infantiles otorga múltiples beneficios para las madres y padres, tanto estudiantes como trabajadores
Casitas infantiles benefician a madres y padres en Camagüey

Camagüey, Cuba, 25 feb.- Con unas 300 capacidades funcionan en Camagüey 13 casitas infantiles, una variante de atención educativa, que se extiende por nueve municipios de la provincia para beneficio de madres y padres, tanto estudiantes como trabajadores de organismos como Educación, Salud Pública y la Aduana General de la República.

Magalys Rodríguez Delis, metodóloga integral de la Dirección General Provincial de Educación, comentó a la Agencia Cubana de Noticias, que próximamente se prevé la apertura de instituciones de este tipo por parte de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC), y los sectores de Educación y la Construcción, a la vez que continuarán avanzando en la preparación metodológica de las educadoras.

Al respecto, resaltó que esa capacitación la realizan en los círculos infantiles, pues trabajan con los mismos programas de estudio, incluso, a partir de los convenios de trabajo elaboran medios de enseñanza de gran utilidad para los infantes, como lo son también los recursos donados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), entre ellos juguetes, refrigeradores, microwaves, televisores y ventiladores que permiten desarrollar el proceso docente educativo con mejores condiciones.

En el Jardín de la Infancia, casita infantil ubicada en la escuela primaria Aguedo Morales Reina, del reparto Los Coquitos, en la ciudad cabecera, el pequeño de cinco años Yoandri Maykel Soler, aprende cada día algo nuevo y así lo demuestran sus habilidades para dibujar, identificar los colores, incluso para conversar con esta reportera con la inocencia y naturalidad características de los que saben querer.

Sobre la educación que reciben los infantes allí, refiere Sonia Prooks Poulút que desde la fundación de esa institución hace dos años, la principal misión del colectivo ha sido enseñarlos a desenvolverse de manera independiente, ya sea en los procesos de merienda, almuerzo, sueño, como en los juegos de roles, las actividades programadas o las independientes.

Egresada desde 2018 de la Escuela Pedagógica Nicolás Guillén Batista, Dianelis Taura Morales, educadora responsable de la citada casita infantil, explicó que actualmente se atienden 15 niños, la mayoría de padres trabajadores de los sectores de educación y salud pública, y entre los principales contenidos que se imparten, mencionó los animales, los colores, las figuras geométricas, los conjuntos, entre otros.

Para Lianné Díaz Vega, profesora de tercer grado de esa escuela, varios son los beneficios de esta variante de atención educativa, pues no solo tiene la seguridad de que su pequeño Raúl Milan Ramos Díaz está muy cerca de ella, sino que además, se encuentra bien atendido y aprende de la mano de sus educadoras para crecer en un Jardín de la Infancia.

En la Universidad de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay de Camagüey, la casita infantil Sueños de la Infancia, también, se consolida como un espacio para el aprendizaje y el desarrollo de los 23 niños que allí reciben atención educativa por parte de un personal docente entregado al magisterio.

Trabajamos con diferentes edades, aseveró Ileana Serrano Rodríguez, segunda educadora responsable de un salón mixto donde las principales actividades están dirigidas al conocimiento del mundo de los objetos, los sonidos onomatopéyicos, así como los juegos didácticos para que asuman las funciones del hogar o las diversas profesiones.

Con 12 años de trayectoria laboral vinculada a la primera infancia, Serrano Rodríguez sentenció que si algo disfruta diariamente es que los niños avancen en las diferentes áreas del desarrollo, al tiempo que los padres se sientan satisfechos y complacidos.

Precisamente gracias a las bondades que brindan las casitas infantiles, Lilibeth Pino García, pudo retomar su quehacer como residente en Medicina General Integral y comenzar el proceso de adaptación de su hija Alisnet Castillo Pino en un lugar donde sabe que recibirá una educación de calidad, porque si algo reconoce es la dedicación de las seños que allí trabajan.

Para Aylen Peña Ayala, trabajadora de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) en Camagüey, la creación de las casitas infantiles otorga múltiples beneficios para las madres y padres, tanto estudiantes como trabajadores, por lo que considera, que más organismos deben sumarse a una iniciativa que necesita multiplicarse en toda la provincia como otro logro importante de la educación cubana.

(ACN)