Con su talento innato y la musicalidad que tenía de oído, Benny Moré logró cautivar a los más diversos públicos de distintas latitudes, entre ellas México, Brasil, Puerto Rico, Panamá, Venezuela, Haití, Estados Unidos y Colombia
Por Betzabe Cabreja Jeffers/Radio Camagüey
Agosto, 2023.- A 104 años de su natalicio, el 24 de agosto de 1919, el inigualable Benny Moré pone en movimiento los pies de los bailadores, a lo largo de la historia de la música cubana pareciera que se ha dicho todo sobre el peculiar intérprete, director de orquesta y compositor, pero a este artista habrá que sumarle otros atributos como el ritmo, la sonoridad y la pureza del alma con la que transitó por la vida.
La localidad de Pueblo Nuevo, en su querida Santa Isabel de las Lajas, perteneciente a la provincia de Cienfuegos, nunca antes había visto el despertar de un cultor como este, quién a los 10 años ya se las ingeniaba para sacar sonido de algunos instrumentos.
Mientras el Benny interpretaba lo mismo una guaracha, una rumba, un bolero, que cantos del cabildo de sus ancestros; también bailaba, improvisaba, y se mostraba despierto e inteligente en todo lo que hacía, sus 18 hermanos trabajaban con el alma por el sustento, en labores de su conuco y las zafras azucareras.
Con su talento innato y la musicalidad que tenía de oído el Bárbaro de Ritmo logró cautivar a los más diversos públicos de distintas latitudes, entre ellas México, Brasil, Puerto Rico, Panamá, Venezuela, Haití, Estados Unidos y Colombia, al formar parte del Conjunto Matamoros, donde se le abrieron nuevas posibilidades de conocer algunos de los más célebres íconos de la industria por esa época, hasta aunar todo el potencial y fama para formar su Banda Gigante en 1953.
Improvisación, coreografías y música eran parte del espectáculo liderado por el Príncipe del mambo, quien recopilaba aplausos y vítores, a la par de una vida cargada de excesos, Moré dejó grabados una veintena de composiciones originales, media docena de discos y temas popularizados hasta la actualidad como Bonito y sabroso, Qué bueno baila usted y Camarera de mi amor.
Para algunos quizás pudiera ser sorprendente que Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez, a pesar de la brevedad de su existencia, no haya dejado de despertar, dentro y fuera de las fronteras nacionales, la curiosidad de varias generaciones, Hoy como ayer.