A pesar del impacto de la creciente agresividad de la política del gobierno de Estados Unidos contra Cuba, crece el propósito de una industria innovadora y comprometida de manos de los gráficos por los caminos de la eficiencia
La Habana, Cuba, 31 jul.- El Sindicato Nacional de Trabajadores de Industrias envió en esta capital un mensaje de felicitación a sus afiliados con motivo de cumplirse el próximo 2 de agosto el Día del Gráfico, en homenaje al aniversario 129 del natalicio de Alfredo López Arencibia, mártir del sector y maestro del proletariado cubano.
Un merecido reconocimiento merecen los que cumplen y sobrepasan sus compromisos productivos y se convierten en símbolo de trabajo y entrega, afirma la organización sindical en el mensaje, enviado por Yaquelín Barrios Torres, su secretaria general.
A pesar del impacto de la creciente agresividad de la política del gobierno de Estados Unidos contra Cuba, crece el propósito de una industria innovadora y comprometida de manos de los gráficos por los caminos de la eficiencia, añade la comunicación.
La congratulación la suscribieron también Eloy Álvarez Martínez, ministro de Industrias; y Mirla C. Díaz Fonseca, presidente del Grupo Empresarial de la Industria Ligera (GEMPIL), quienes evidenciaron su apoyo a una jornada especial de actividades por la efeméride, que incluye acciones de embellecimiento, higiene, productivas y de ahorro en general.
Además, una ofrenda floral de la Unidad Empresarial de Base de Villa Clara, en el busto de López Arencibia (1894-1926) en su ciudad natal de Sagua la Grande.
El acto central por la fecha conmemorativa será el próximo martes en la Empresa Ediciones Caribe, en el municipio capitalino de Boyeros, donde un grupo de trabajadores con 20 y 25 años ininterrumpidos de labor recibirá la distinción por el Día del Trabajador Gráfico.
Ediciones Caribe produce y comercializa tabloides, revistas, impresos comerciales, libros, folletos, etiquetas y plegables, así como otras producciones de la Industria Gráfica.
Alfredo López Arencibia, máximo dirigente del movimiento obrero cubano de la década del 20 del siglo XX, cayó asesinado por fuerzas represivas del dictador Gerardo Machado el 20 de julio de 1926.
Participó en el Congreso Obrero de 1920, de donde surgió la Federación Obrera de La Habana, de la cual era su tesorero y artífice. Julio Antonio Mella lo llamó «Guerrero, Maestro, Hermano y Compañero».
(ACN)