Fue la prosa de Eusebio Leal quien le dio nombre con el fragmento de una de sus intervenciones: “(…) hay que creer en Cuba, en su existencia real y posible, no en el mero pontón de la Roma americana, sino en una Cuba verdadera”
Camagüey, Cuba, 16 mar.- Una suerte de oda a Eusebio Leal Spengler, a la Patria, resultó la presentación de Magda Resik Aguirre de su libro Hay que creer en Cuba, en la presente edición de la Feria del Libro de Camagüey.
En el parque Agramonte, punto neurálgico de esta geografía, la Directora de Comunicación de la Oficina del Historiador de La Habana y vicepresidenta de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba evocó sus más de dos décadas de vínculo profesional con Leal, recogidas en las entrevistas que contiene el volumen.
Un espacio tan simbólico para los camagüeyanos fue el escenario ideal para evocar el afecto del historiador habanero por esta tierra, su apoyo y admiración por las obras realizadas en favor del patrimonio agramontino.
Anécdotas de la jovialidad, sabiduría y humildad de este cubano entregado a su Habana ofreció Magda Resik a los presentes, con la claridad de quien lo conoció en primera persona y es hoy promotora de su legado.
En medio de este homenaje a un apasionado de la Historia también se realizó la presentación de la Revista Senderos, con su número especial dedicado al aniversario 510 de la fundación de la otrora Santa María del Puerto del Príncipe.
Con las palabras de Irma Horta Mesa, especialista principal del Sello Editorial El Lugareño, el público se acercó al recorrido cultural que propone la revista por ese Camagüey legendario y pródigo en cada manifestación del arte.
Durante la tarde -en el Centro de Convenciones Santa Cecilia- Magda Resik llevó su presentación a los trabajadores de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey y del Sistema de la Cultura.
Del título Hay que creer en Cuba, la también periodista destacó que fue la prosa de Eusebio Leal quien le dio nombre con el fragmento de una de sus intervenciones: “(…) hay que creer en Cuba, en su existencia real y posible, no en el mero pontón de la Roma americana, sino en una Cuba verdadera. […] Cuba es una realidad, no solamente un país, sino una patria y una nación por la cual generaciones se han sacrificado”.
Texto y fotos: Daylén Fenollar Alemán/Radio Camagüey
