Camagüey, Cuba, 24 mar.- Ocho estudiantes y cuatro maestros representarán Camagüey en el XXVIII Encuentro Internacional de Academias para la Enseñanza del Ballet y en los concursos asociados, todo previsto del dos al 12 de abril, en La Habana.
Como parte del entrenamiento, la Academia de las Artes Vicentina de la Torre pone a prueba del público en el Teatro Principal no sólo a los elegidos, con funciones del 22 al 24 de marzo, a partir de las 5:00 p.m.
Niños del nivel elemental y del medio asumieron el primer programa, ya que hoy se suma el Ballet de Camagüey, por estos días sumergido en los ensayos de El lago de los cisnes para la gira a España de junio a agosto.
A través de variaciones brilla la calidad de los alumnos y la consagración de los maestros, entre ellos, de Elda Armengol, a cargo de versiones coreográficas a Carnaval, Paquita (Grand Pas), Hada de La bella durmiente y Paisant.
De a poco, los bailarines en ciernes demuestran la técnica, profundizan en la interpretación y ganan confianza sobre un escenario al que han de regresar en la forja de sus pasos a la profesionalidad.
Lucen primorosos con el vestuario, hecho con telas reutilizadas, cuenta María Mercedes García, directora de la “Vicentina”; tampoco sabe el público del problema con las zapatillas: se pasan, como en carrera de relevo, el mismo par.
Esa dificultad hace recordar cuando en 2014 el cubano Oscar Valdés Carmenates bailó con zapatillas prestadas, pero ganó la medalla de Oro en la categoría profesional del concurso internacional en Cape Town, Sudáfrica.
Por lo que se aprecia en el “Principal”, la precariedad con que afrontan el proceso de enseñanza artística en Cuba hoy, no baja el rigor de maestros y de alumnos empeñados en la técnica de puntas, animosos con sus piruetas, con su ritmo.
Toca a los jurados del IX Concurso Internacional Infantil y del XVIII Concurso Internacional para Jóvenes Estudiantes de Ballet dar las notas por la varilla con que miden la concentración, el equilibrio, la postura, la coordinación de los movimientos, cómo aprenden a dominar el cuerpo y a expresar emociones.
María Mercedes García, incluida en la delegación, adelantó que la agenda en La Habana abarcará clases, talleres de pantomima y hip hop, conferencias de personalidades como Aurora Bosch, Joya del Ballet Nacional de Cuba, y el historiador Miguel Cabrera; y galas en el Teatro Martí.
Los aplausos y las ovaciones en Camagüey, sin la trampa ciega del paternalismo, reconocen la terquedad por dar oportunidad y ser cauce al talento de quienes ven su realización personal en un arte de alto estándar en el mundo.
Abrir a la convocatoria popular la práctica del ballet, desmarcarlo de lo que era un privilegio de élites de poder, constituye un propósito del proyecto social de la Revolución Cubana.
Por tanto, las funciones de la “Vicentina” como cantera natural para el desarrollo de la danza, también saludan la connotación de las elecciones nacionales del 26 de marzo en favor de los Diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular. En la candidatura está Regina Balaguer, directora del Ballet de Camagüey.
(Adelante)