Camagüey, Cuba, 6 mar.- Con la entrega del Premio Nacional de Crítica a Juan Antonio García Borrero, entre otros reconocimientos, y el estreno mundial del largometraje de ficción Línea roja, del director Alejandro Gil, cerró sus cortinas en la Ciudad de los Tinajones la XXVIII edición del Taller Nacional de Crítica Cinematográfica, el más importante evento de su tipo en Iberoamérica.
El jurado, integrado por Astrid Santana Fernández de Castro, Rafael Grillo y Ángel Pérez, al otorgar el lauro a la obra Los testamentos del cine cubano resaltó que la investigación de García Borrero recupera zonas urbanas del séptimo arte y contribuye a la diversificación de análisis fílmico con el estudio de películas poco abordadas.
Además, la edición del evento de 2023, en el que se festejó el aniversario 30 de su creación, devino homenaje al cineasta Fernando Pérez por brindar todas sus películas a Camagüey, incluyendo tres premieres mundiales.
Se entregó, asimismo, el Premio Cinema, que concede el Centro Provincial del Cine en Camagüey, al cineasta Manuel Pérez Paredes por las seis décadas de labor, y al crítico Antonio Mazón Robau por los 40 años de apoyo al Taller.
También se ponderó el desempeño en la realización de aquella edición inicial -en 1993- de Mario Naito López, Luciano Castillo, Raúl Rodríguez, Milagros Pedroarias, Fidel Recio, Arnaldo Arango, Zenaida Porrúa, Miguel Moya, Nelson Truit, Antonio Santos, Carlos López e Isabel González.
Reconocimiento especial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en Camagüey, a los fundadores principales del Taller Nacional de Crítica Cinematográfica: Luciano Castillo Rodríguez, Juan Antonio García Borrero y Armando Pérez Padrón. Homenaje póstumo, igualmente, a José Manuel Pardo y Wilfredo Piñera.
El escritor y periodista Rafael Grillo, presidente de la Prensa Cinematográfica en Cuba, consideró que este es un evento de pensamiento único en el mundo. Expuso que el séptimo arte despierta pasiones, emociones encontradas, nostalgia, reflexiones… y opinó que quienes tienen la responsabilidad de escribir sobre el universo del audiovisual “debemos repensarnos en el contexto que vivimos hoy.
Debemos seguir pensando, soñando y viviendo a través de esa dimensión que es arte, entretenimiento, espacio social de nuestra memoria y también parte de nuestro futuro”.
En la presentación especial del filme Línea roja (86 minutos de duración), su director Alejandro Gil manifestó el honor de estrenar en Camagüey el largometraje que fuera concebido para la televisión.
Texto y fotos Lázaro David Najarro Pujol/Colaborador