Por María del Carmen Pontón Guillemí/Colaboradora
Enero, 2023.- Desde hace seis años el corazón de millones late con el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en Santiago de Cuba y contra toda lógica, el tiempo en vez de amainar su palpitar lo engrandece.
La vida de Fidel está en el triunfo cotidiano de sus ideas y ese constituye el mayor monumento a su existencia; por eso evocar a Fidel es algo inevitable para los cubanos.
Ante cada dificultad muchos se preguntan: “¿qué hubiera hecho Fidel?” Y en cada nueva obra en beneficio del pueblo habrá siempre alguien que diga: “así lo quería el Comandante”.
Justo ahí, desde la vanguardia, dirige la resistencia cubana. “Ayúdanos Fidel”, clama la abuela y agita la penca en medio de la oscuridad total. “Si Fidel estuviera”, enfatiza el vecino mientas ensaya un análisis sobre el estado de las termoeléctricas o la producción de alimentos.
Cuando las acciones del vecino del Norte se empeñan cada día en estrangular al pueblo, incrementando las carencias y necesidades básicas, no debemos dejar de recordar los momentos previos a la invasión mercenaria de Playa Girón, en el entierro de las víctimas del criminal bombardeo a varios aeropuertos, cuando el líder expresó:
“eso es lo que no pueden perdonarnos los imperialistas, que estemos ahí en sus narices, y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de Estados Unidos”.
En cada conquista, los científicos formados por la Revolución recordarán a quien supo ver, tan tempranamente, que “el futuro de nuestra Patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia”.
El Comandante en Jefe de la Revolución Cubana continúa siendo una referencia vigente y necesaria, de líder multifacético, siempre creando, orientando, supervisando, convenciendo, enseñando y aprendiendo de la sabiduría popular; intransigente ante lo mal hecho y exigiendo transparencia y calidad en todo lo nuevo, venciendo batalla tras batalla sin importar lo duro que fueran los desafíos o las agresiones enemigas.