Proyecciones del gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía

Loading

Uno de los principales problemas que tiene la economía es que lo que vende no cubre los costos para reaprovisionarse. Si usted compra combustible y lo vende más barato de lo que le costó, ¿cómo compra el barco que viene atrás?
Proyecciones del gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía

La Habana, Cuba, 28 dic.- El viceprimer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, y el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale comparecieron este miércoles en la primera de varias Mesas Redondas dedicadas a informar al pueblo sobre los fundamentos y el carácter específico de las decisiones del Gobierno para corregir las distorsiones principales de la economía cubana y reimpulsarla en el año 2024.

El viceprimer ministro y ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, comentó que ha sido una semana intensa para el análisis del comportamiento de la economía, tanto en la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular como en el pleno del Comité Central del Partido.

Repasamos todo el resultado de los lineamientos, posteriormente se realizaron debates en todas las comisiones de la Asamblea Nacional y luego en el plenario, con la presentación del primer ministro y las indicaciones de nuestro presidente, recordó.

Cuba -dijo Gil Fernández- está enfrentando un escenario de economía de guerra, como se le ha llamado, con las presiones del bloqueo recrudecido, que dificulta todas las gestiones que tenemos que hacer para el desempeño económico del país.

En medio de las tensiones que enfrenta el país para mantener la vitalidad en lo económico y en lo social, a partir de los recursos económicos disponibles, hay que sobreponerse, hay que encontrar las alternativas. Es diseñar medidas acordes con nuestro modelo económico y social, inclusivas en nuestro socialismo, y que nos permitan, con objetividad, con realismo, salir adelante.

En eso se basa -agregó- la presentación que ha hecho el Gobierno para enfrentar las complejidades, reimpulsar la economía y corregir las distorsiones que están presentes en el país.

Al referirse a las distorsiones, el viceprimer ministro dijo que se han señalado, partiendo del propio trabajo que ha realizado el Gobierno, las evaluaciones hechas a lo interno del funcionamiento de las instituciones, de la economía.

Como dijo el presidente, muchas de ellas están dadas por el complejo escenario de tensión en que se han ido tomando para enfrentar las complejidades de la economía. Han sido señaladas, además, en el debate con los académicos y de la opinión de la población, incluso las opiniones reflejadas en Cubadebate.

En el caso de la canasta familiar normada, Gil Fernández señaló que hay una opinión en la población de que se mantienen los subsidios a todas las personas por igual; sin embargo, no todos tienen la misma capacidad adquisitiva. 

Eso -dijo el viceprimer ministro- es algo que tenemos que revisar, porque esa pretensión de mantener el aseguramiento de productos a precios muy subsidiados en la actualidad no es una distribución muy equitativa. Sobre todo, por el altísimo costo que tiene para el país mantener la canasta familiar normada, cuya importación cuesta más de un millón 600 millones de dólares, 700 millones más que en el 2019, por el incremento de los precios en el mercado internacional.

En ese contexto, hasta qué punto es factible mantener un nivel de asignación en la entrega de productos con los mismos precios subsidiados a los mismos precios de la población, cuando no todos están en la misma situación de solvencia económica.

Es una distorsión que es necesario corregir. Son cuestiones que estamos evaluando. Para nada esto significa que se va a quitar la canasta, eso se ha explicado ya. Se mantiene la asignación física de productos. En lo que se trabaja es en cálculos, para mover algunos precios y que los subsidios se trasladen a las personas que están en situación de vulnerabilidad y no sean de carácter masivo a todos los productos que se entregan por la canasta familiar normada, aclaró.

Una segunda distorsión, la relacionada con el combustible, la hemos estado enfrentando hace unos años, pero se ha hecho más visible. La propia población la menciona, está en los estados de opinión. ¿Puede este país mantener esos precios de los combustibles, que probablemente sean los más bajos del mundo en comparación con los precios de otros países, y también cuando se los compara con los precios de las divisas en el mercado informal cubano?.

Señaló que es un asunto que debemos revisar también, porque tiene que ver con la escasez de combustibles que enfrenta el país y lo que le cuesta mantener un nivel de oferta que, evidentemente, no puede venderse subsidiado.

Según el ministro, uno de los principales problemas que tiene la economía es que lo que vende no cubre los costos para reaprovisionarse. Si usted compra combustible y lo vende más barato de lo que le costó, ¿cómo compra el barco que viene atrás?. 

El combustible que se compra con divisas en el mercado externo, se vende a precio bajo en moneda nacional, y no tenemos todavía un mecanismo interno de convertibilidad que asegure que, con esos pesos cubanos, se puedan comprar dólares y volver a importar el combustible.

La población, y nosotros mismos, lo hemos abordado en los espacios de debate que tenemos. ¿Hasta cuándo es sostenible eso? ¿Y quién lo paga? Un elemento que tenemos que introducir en el debate conceptual y práctico sobre las medidas es que nada tiene un costo cero. La del combustible es una de las situaciones que requieren solución.

(Cubadebate)