Resultados de la Agricultura en Cuba distan de las necesidades de la población

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Se insistió en la aplicación de la ciencia, la tecnología y la innovación en el desarrollo integral del sector, y se realizó un llamado colectivo a la prevención y enfrentamiento al delito, la corrupción y las ilegalidades que tanto afectan la producción de alimentos en la nación
Resultados de la Agricultura en Cuba distan de las necesidades de la población
Foto: Granma

La Habana, Cuba, 21 dic.- La situación agrícola de Cuba centró los debates hoy del Segundo Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), en su X Legislatura, un tema que impacta en la mesa del cubano y en el desarrollo económico del país. 

Tras la implementación de las 63 medidas para dinamizar la gestión de la producción agropecuaria, los programas de autoabastecimiento municipal y la puesta en marcha de la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional, todavía no se logran las transformaciones que requiere el complejo escenario de la nación, ni satisfacen las demandas de la gente y no disminuyen las importaciones. 

Según el informe de los resultados de las Más Alta Fiscalización al Ministerio de la Agricultura (Minag), presentado al Parlamento, se conoció que, a pesar de las acciones encaminadas por el Gobierno de la República, el propio organismo y otras instituciones vinculadas a la producción agropecuaria, los resultados aún distan de las necesidades de la mayor de las Antillas.

Ese sector, uno de los más impactados por la crisis generada debido a la pandemia de Covid-19 y las crueles medidas aplicadas por el Gobierno de los Estados Unidos, se centró en fortalecer la producción nacional de alimentos, la sustitución de importaciones y el incremento de las exportaciones de los rubros tradicionales e incorporar nuevos productos.

Ydael Pérez Brito, ministro de la Agricultura, reconoció los acuciantes problemas por los que transita el sector, y anunció un plan de medidas para revertir la actual situación.

Hasta la fecha, de las 14 producciones fundamentales solo cumplen las hortalizas y el maíz.

Asimismo, se informó que en el caso del frijol y la carne de cerdo, ambos se encuentran muy lejos de satisfacer la demanda.

La producción agropecuaria desde la concepción de los planes está por debajo de los potenciales productivos y las necesidades de la población y la economía, afirma el documento.

Resaltan como principales problemáticas la descapitalización de la fuerza de trabajo, la obsolescencia tecnológica y la carencia de insumos y portadores energéticos, a lo cual se suman los efectos del cambio climático.

También existe una deficiente gestión del sector empresarial y cooperativo; y se exhibe un marcado deterioro de los programas productivos que aseguran el balance de alimentos para la canasta familiar normada y el consumo social, motivo por el que la mayoría de esos insumos se importan en el país.

Acerca de otros productos como el arroz, los granos y el café, que deciden en la sustitución efectiva de importaciones, se han realizado en mayor o menor grado inversiones para su recuperación; así como en el ganado bovino, con un decrecimiento por años debido al deterioro de la base alimentaria.

El informe de manera crítica enfatiza que aún es necesario buscar alternativas financieras para acceder a tecnologías de producción de granos (arroz, frijol, maíz y los insumos básicos para la soya) y resulta insuficiente la contratación.

Sobre las producciones de huevo, carne de cerdo y pollo se conoció que son limitadas e inestables, y sus precios son elevados porque esas industrias dependen de las importaciones de la mayoría de las materias primas para la alimentación animal.

Ramón Aguilar Betancourt, presidente de la comisión Agroalimentaria del legislativo cubano, instó ante los parlamentarios a consolidar el trabajo con los cuadros y las jóvenes reservas, quienes constituyen el relevo de la fuerza laboral del país actualmente.

Apuntó que el Minag debe transformar su sistema de gestión empresarial en pos de la sostenibilidad de la producción agropecuaria y de que sus bienes y servicios sean exportables.

Afirmó que es posible proponer modelos de encadenamiento para el retorno del valor agregado de producciones pecuarias, de café y cacao y, en consecuencia, invertir junto a los nuevos actores económicos.

Se propuso la creación del mercado mayorista de insumos, materias primas, medicamentos, herramientas y tecnologías para los productores, mediante los ingresos en divisas que se generan por las exportaciones y la sustitución de importaciones.

El Ministerio de la Agricultura debe concentrar la atención en las fincas como estructura básica del sistema productivo para hacer cumplir el principio de que quien más aporte, más gane, aseguró.

Se insistió en la aplicación de la ciencia, la tecnología y la innovación en el desarrollo integral del sector, y se realizó un llamado colectivo a la prevención y enfrentamiento al delito, la corrupción y las ilegalidades que tanto afectan la producción de alimentos en la nación.

De manera general, se reconoció que como parte de la implementación de la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional, es una fortaleza que los municipios aprobaran por sus Asambleas del Poder Popular los planes sobre la implementación de los programas productivos, la calidad e inocuidad de los alimentos en las cadenas alimentarias y la prevención y reducción de las pérdidas y desperdicios de los alimentos.

Pérez Brito explicó que este ejercicio de Fiscalización constituyó una oportunidad para realizar acciones y un plan de medidas de cara a avanzar en los objetivos del país, con mayor acercamiento a las bases productivas, la generalización de buenas experiencias y la gestión basada en la ciencia y la innovación.

Además, se proyecta trabajar en ocho polos productivos, 22 municipios y empresas donde el personal sea más estable y las condiciones para la siembra resulten óptimas.

Insistió en el acompañamiento al productor, al proceso de contratación y a concretar cada acción para, como resultado final, llegar a la mesa del cubano.

(ACN)