Lorenzo Lunar abordó temas de la escritura, dijo que «cualquier obra literaria es consecuencia de las ideas, la osadía, un poco de talento y algún dispositivo en la cual plasmarlas»
Camagüey, Cuba, 5 nov.- Desde Santa Clara llegó a la Ciudad de los Tinajones Lorenzo Lunar Cardedo, después de varios años sin venir volvió como jurado del XXIX Premio Nacional Emilio Ballagas, que transcurre en la urbe hasta el próximo 7 de noviembre.
Feliz coincidencia resultó entonces que su visita coincidiera con el primer sábado del mes, de ahí su libro De dos pingüé y otros delitos comunes, publicado por la Editorial Ácana en el 2015, fuera nuevamente presentada al público agramontino.
Desiderio Borroto resaltó del texto que allí el asombro tiene otras connotaciones, y en los cuatro relatos que lo integran se nota una de las características de la obra de Lunar, hacer una radiografía del contexto social en el que se encuentra.
Alejandro González, habitual conductor del Sábado del Libro, comentó aspectos de la vida y obra del autor, con más de 20 publicaciones dentro y fuera de Cuba, donde resaltan volúmenes como El último aliento, Échame a mi la culpa y El barrio en llamas.
Entre la cubanidad que lo caracteriza, Lorenzo Lunar abordó temas de la escritura, dijo que «cualquier obra literaria es consecuencia de las ideas, la osadía, un poco de talento y algún dispositivo en la cual plasmarlas».
Destacó como aspecto fundamental de quienes escriben poseer la capacidad de asombrar, de cuestionar y aportar a la salvación. «Presento en mis libros realidades e historias que me acompañan durante mucho tiempo, y las preocupaciones, entre ellas la necesidad que tenemos hoy de construir la utopía del hombre nuevo».
Texto y foto: Diosmel Galano Oliver/Radio Camagüey