Este tipo de turismo permite impulsar una economía inteligente, sostenible e integradora, y se define como aquel que depende de todas las actividades relacionadas con el mar
Camagüey, Cuba, 31 oct.- Potenciar el desarrollo turístico con un enfoque de sostenibilidad en esta provincia es una de las premisas del Centro de Investigaciones de Medio Ambiente de Camagüey (Cimac) a través del proyecto Turismo azul resiliente en un contexto de cambio climático en el destino playa Santa Lucía, que se inició en marzo de este año y se extenderá hasta diciembre de 2025.
Un equipo multidisciplinario integrado por investigadores, especialistas y profesores pertenecientes a la Delegación Provincial del Ministerio de Turismo, la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz, la Delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medioambiente, la Empresa Provincial de la Flora y la Fauna y la Universidad de Guantánamo tiene la misión de implementar un paquete tecnológico para desarrollar este tipo de experiencia turística como medida de adaptación al cambio climático en el emblemático balneario agramontino, que cuenta entre sus principales valores naturales con 15 kilómetros de playas arenosas, arrecifes de coral, pastos marinos y manglares.
La máster en ciencias Rebeca González López del Castillo, jefa del proyecto, explicó que se implementarán tecnologías para el diseño de una nueva y mejorada estrategia de desarrollo del destino con una visión de la adaptación al cambio climático desde el enfoque de turismo azul.
Este tipo de turismo permite impulsar una economía inteligente, sostenible e integradora, y se define como aquel que depende de todas las actividades relacionadas con el mar, encaminadas a satisfacer las demandas de los turistas y que son dependientes entre sí al compartir un espacio común, infraestructuras, así como la utilización racional y sostenible de los recursos naturales y ecosistemas.
La también investigadora auxiliar del Cimac señaló que trabajan en la creación de un área protegida marina como solución para reducir presiones originadas por la acción humana sobre los ecosistemas marino-costeros, y se prevé la ejecución de soluciones basadas en naturaleza en la restauración de dunas, frentes de playa, arrecifes y el manglar, tecnologías desarrolladas en el país.
Otros resultados están relacionados con la creación de capacidades en varios sectores poblacionales en temas de gestión sostenible del turismo en un contexto de cambio climático, y con el diseño de nuevos productos para el disfrute y de la marca para Santa Lucía, basados en el uso sostenible de los ecosistemas, que permitirán diversificar de forma novedosa la comercialización del destino.
“La estrategia de desarrollo y los nuevos productos turísticos le darán un giro a la manera en que hoy se comercializa Santa Lucía para ir derivando hacia un producto enfocado a la salud y la calidad de vida, que otorgue exclusividad al destino y permita explotar sus potencialidades con los usos medicinales de la Thalassia testudinum (hierba de tortuga) y los fangos que produce la salina El Real”, refirió González López del Castillo.
Entre los avances que ya exhibe el proyecto, a tan solo seis meses de su comienzo, destacan el ejercicio estratégico, con el que el equipo identificó fases y variables para introducir el enfoque de turismo azul en la estrategia de desarrollo del destino playa Santa Lucía, la actualización del comportamiento de los procesos costeros y los arrecifes coralinos, la propuesta preliminar de posibles productos turísticos, la definición de los atributos de la marca turismo azul y el diseño de instrumentos de investigación que tributan al diagnóstico de las necesidades formativas.
Turismo azul continúa los resultados del proyecto precedente Estudios de vulnerabilidad y de factibilidad del Programa de fortalecimiento de la resiliencia ecosistémica y social de las zonas costeras y marinas en Cuba en un contexto de cambio climático para los sitios de intervención playa Santa Lucía en Camagüey y Península de Guanahacabibes en Pinar del Río, en el marco de Facilidad Adapt’Action, que tuvo financiamiento de la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD) y concluyó en 2022.
(Damaris Hernández Marí/Investigadora Agregada del Cimac)