Pasión y respeto por la biodiversidad marina

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El joven Yordanis Méndez Segura comenzó sus primeras inmersiones a los 16 años, hasta que en el 2015 alcanzó la categoría de instructor, para ejercer una profesión con la cual soñó desde pequeño
Pasión y respeto por la biodiversidad marina

Agosto, 2023.- El mar nos propone atractivas maneras de admirar su biodiversidad, y mientras que para algunos el sonido de las olas es música para los oídos y relajación espiritual, otros prefieren sumergirse en ese fascinante mundo, desafiando incluso los riesgos que supone la cercanía con los tiburones toros.

Atraído por ese acto de heroicidad, el joven Yordanis Méndez Segura comenzó sus primeras inmersiones a los 16 años, hasta que en el 2015 alcanzó la categoría de instructor, para ejercer una profesión con la cual soñó desde pequeño.

Siempre he vivido en la playa Santa Lucía, en el municipio de Nuevitas, al norte de Camagüey, y recuerdo que acompañaba a mi mamá durante los fines de semana a su trabajo, escuchaba las historias de quienes ya tenían experiencia en esa labor, y poco a poco fui creando esa conexión especial con el entorno marino, comentó.

Actualmente su trabajo se desarrolla en Jardines de la Reina, archipiélago del mar Caribe ubicado al sur de las provincias de Camagüey y Ciego de Ávila, donde su principal misión es enseñar y guiar a los nuevos buzos que se adentran en ese maravilloso mundo subacuático, sin descuidar su seguridad bajo el agua.

Jardines de la Reina es extraordinario y único, pues se trata del parque marino y el área protegida más grande de Cuba, donde se puede disfrutar de gran variedad de especies que generalmente no abundan en el resto del país, aseguró Méndez Segura.

La mayoría de los clientes que visitan el entorno pertenecen a grupos voluntarios y programas educativos para el manejo y la protección de los océanos, y en intercambio con nosotros reciben conferencias acerca de la historia del Parque y su sostenibilidad para el disfrute y desarrollo de la pesca fly y el buceo de forma regulada y sin una sobreexplotación de los puntos de inmersión, agregó.

Interesantes experiencias, refirió, han marcado su desempeño profesional, pues ha tenido el privilegio de hacer actividades exclusivas como darle de comer con la mano a los tiburones toros, bucear con personas muy importantes, entre ellas científicos de reconocida trayectoria y prestigiosos fotógrafos de varias naciones.

A propósito de la fotografía, este apasionado del mar y sus encantos, también aprovecha sus visitas a las profundidades para captar con su lente las singularidades de la vida marina y mostrar así, a la sociedad, postales fascinantes por su colorido y la belleza de diferentes especies.

La calidad de sus instantáneas, expuestas en tres eventos competitivos, ha sido distinguida por cada uno de los jurados, aunque de manera especial sobresale el Gran Premio y el primer lugar en el ranking en Cuba, obtenido en el concurso Foto Sub Online en el año 2021, en el cual intervinieron 10 países y 50 participantes.

«Considero que esta profesión resulta bastante exigente, hay que mantener un estado físico y mental saludable porque estamos sometidos a presiones muy fuertes, donde el cuerpo humano recibe grandes transformaciones, además de la concentración que se necesita, pues de alguna manera siempre ponemos en riesgo nuestras vidas y las de las personas que nos acompañan».

Sin embargo, el sacrificio también cobra una mayor dimensión cuando los días lejos de la familia se multiplican en semanas, y en ocasiones, no es posible la comunicación para intercambiar afectos con quienes siempre esperan con preocupación su regreso.

La familia es, sin dudas, la que me impulsa a entregarme sin límites a mi trabajo, y de alguna manera siento la necesidad de transmitirles lo que hago, y por eso he motivado a mis hijas, Brenda y Gema, para que participen activamente en los trabajos voluntarios comunitarios que realizamos en nuestra localidad, a partir de la recogida de desechos no biodegradables en las playas, así como actividades deportivas, charlas educativas y ejercicios demostrativos con los equipos de buceo, afirmó.

Mis niñas sienten gran pasión por el mar, les gusta hacer Snorkel y han visto el barco hundido que se encuentra en el canal de entrada a la Bahía de Nuevitas, experiencia que, apuntó, disfrutan muchísimo al ver la gran diversidad de corales y especies marinas que habitan en ese lugar.

También mi esposa ha buceado conmigo en varias ocasiones e incluso Gema, la más pequeña de mis hijas, con apenas cinco años, realizó un buceo que duró 35 minutos en la profundidad de un metro, algo que para mí fue un acto de mucho valor, pues fue cerca del área donde conviven los tiburones toros, resaltó.

Sumergirse en las profundidades del mar va más allá de ese sueño que persiguió desde pequeño hasta convertirlo en profesión.

Para Yordanis Méndez Segura ser instructor de buceo es arriesgarse todos los días para descubrir un mundo subacuático que merece el respeto y el cuidado de todos los que nos beneficiamos de su biodiversidad.

(ACN)

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