El ímpetu del Hatibonico después de años de calma

Loading

Camagüey, Cuba, 12 jun.- El 9 de junio de 2023 se quedará para siempre en el recuerdo de los camagüeyanos. Sí, semanas previas con lluvias, alertas de las autoridades y el Instituto de Meteorología para tomar precauciones y hasta pequeñas inundaciones se habían dado, pero la magnitud de lo vivido superó cualquier expectativa.

Camagüey no es ajeno a estos fenómenos, nació entre dos torrentes de agua a los que con el tiempo se les quitó terreno, se les confunde mucho con vertederos de basura y la mayor parte del año cuantiosas partes del cauce no se asemejan a grandes ríos; pero el Tínima y el Hatibonico siempre están allí, con sus afluentes atraviesan y bordean la ciudad, corren de norte a sur, y cuando la lluvia se desata exhiben toda su fuerza.

Las imágenes del pasado viernes hablan por sí solas, la tristeza de quienes abandonaron su vivienda para salvar la vida, de los que velan por un familiar o un amigo con “el agua al cuello”; no hay pérdidas humanas, pero las materiales también duelen en medio de una realidad económica muy compleja en todo el país.

Vista Hermosa es un reparto muy conocido en la Ciudad de los Tinajones, sobre todo por el prototipo de casas que lo conforman y por ser uno de esos que se ubica a merced de la naturaleza.

Desde temprano en la mañana el río comenzó a crecer y los vecinos de la Calle 4 no eran ajenos a lo que se avecinaba, en junio de 1988 cuentan algunos que subió mucho más y el ciclón Ike en septiembre del 2008 también desbordó al Hatibonico de su cauce, provocando que en todas las viviendas se rompieran las rutinas para elevar y proteger pertenencias.

“Uno suele esperar hasta que es inminente para subir todas las cosas, porque es muy complicado”, dice Lourdes García Vitar, estomatóloga y profesora de la Universidad de Ciencias Médicas, que reside en Calle 4, entre 5 y 7, hace varios años. Su familia -como las otras del vecindario- guardan todo un “andamiaje” para poner a buen recaudo sus bienes durante las inundaciones y no dudan en extender la mano al prójimo.

Justo al lado, reside Ángela Morales Morales, quien hace unos años moraba calle arriba pero retornó a la vivienda marcada con el número 39 donde antaño vivían sus suegros.

Angelita, como la conocen familiares y amigos, cuenta 83 primaveras y fue testigo de varias crecidas que incluyen el desastre provocado por el huracán Flora.

Con limitaciones físicas se emociona al contar lo difícil que resultó para su hijo mayor, con la ayuda de vecinos, trasladarla al segundo piso del hogar; el no poder ayudar en la organización y los nervios ante la inseguridad la mantienen aún con las cosas encaramadas porque la amenaza persiste, aunque en la ciudad no llueva y el río permanece apacible desde el sábado.

Reparto Vista Hermosa en Camagüey

Aun así, a pesar del sobresalto constante de este fin de semana, cuando se apagó la grabadora abuela le estaba comentando a todo el que veía que iba a debutar en la radio, y avisando a la familia que estuvieran pendientes a los medios para que la escucharan.

Tampoco faltaron en este barrio las historias de imprudencias, el rescate de los vecinos a una persona que bajo los efectos del alcohol pudo perder la vida y los incautos que por tener una imagen o video de la noticia del momento se querían arriesgar en áreas donde el agua corrió de forma intensa.

La solidaridad de todos, el apoyo de los jóvenes universitarios que en la mañana del domingo se trasladaron a las márgenes del rio -justo frente al Bosque Tecnológico- para colaborar en el saneamiento, dan muestra de esa capacidad resiliente de agramontinos y cubanos en general.

Dentro de una vuelta al sol el 9 de junio de 2023 será un recuerdo, uno de los tristes, con pérdidas, con irresponsabilidades, porque, aunque los cocodrilos del Parque Zoológico no se dieron a la fuga son muchas las historias con una falta absoluta de sentido común, y es que de verdad creo, que todo lo que vimos superó cualquier expectativa.

Por Daylén Fenollar Alemán/Radio Camagüey