Camagüey, Cuba, 23 mar.- Los servicios que recibe la población camagüeyana necesitan una mirada más responsable, seria y profunda para desterrar indolencias, desorganización, indisciplina y mal gusto, aseguró Federico Hernández Hernández, primer secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC).
En un contexto de carencias y limitaciones en el orden productivo, lo que llega a los agramontinos puede ser mejor, pero para ello se requiere controlar los recursos del Estado y transformar los modos de hacer y pensar de quienes dirigen, insistió el también miembro del Comité Central.
Al analizar los resultados de chequeos sistemáticos en las últimas jornadas, encabezados por los miembros del Buró Provincial del PCC, indicó buscar alternativas o posibles soluciones ante múltiples insatisfacciones de las personas, que si bien algunas dependen de materiales y financiamientos, otras solo requieren creatividad e ingenio.
Las dificultades con los carros fúnebres, la inestabilidad en la recogida de desechos en la ciudad, el cobro excesivo en la transportación intermunicipal por encima de las tarifas fijadas, la falta de condiciones en la Terminal de Ómnibus y la urgencia de reubicar el cuerpo de guardia del policlínico José Martí en un inmueble cercano a este constituyen problemáticas que precisan respuestas inmediatas.
De igual forma causan malestar el incumplimiento en la distribución de agua en carros cisternas ante el déficit de combustible, las más de 400 obstrucciones y fosas reportadas pendientes y la dilación para emitir la certificación catastral por parte de Planificación Física.
Con respecto a la comercialización de productos agropecuarios, Hernández Hernández indicó al sistema empresarial de la Agricultura responder, con precios razonables, a las demandas alimentarias de la población, pues resulta inadmisible la disparidad entre las deprimidas ofertas estatales y las superiores opciones de cuentapropistas, pero a un costo encarecido.
En recorrido por panaderías de la capital agramontina constató insatisfacciones por la calidad de ese producto, no siempre como consecuencia de las materias primas, a lo que se une el deterioro en la infraestructura de las unidades y en las condiciones de trabajo.
El intercambio con los consumidores ratificó que, si en ocasiones se expende un pan que cumple con los parámetros establecidos, se puede satisfacer las expectativas de los clientes, lo cual no siempre sucede, y añadió que el mejor termómetro para conocer el criterio popular es el diálogo directo de los administrativos con las personas.
Aunque por lo general los puntos de comida criolla ya elaborada para llevar a precios módicos tienen buena aceptación todavía existen malas prácticas que atentan contra el objetivo de garantizar una oferta asequible, y en ese sentido se detectó, por ejemplo, violaciones en el valor de algunos alimentos en uno de los establecimientos.
Camagüey tiene que ser ejemplo en la cultura del detalle en la prestación de servicios y las muestras positivas evidencian que es posible hacer las cosas bien, sentenció el máximo dirigente al término de sus valoraciones al respecto, tema que, aseguró, continuará recibiendo la máxima atención.
(Radio Cadena Agramonte)
