Diez de abril, obra y continuidad de una Revolución

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Como señala el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en su discurso del 10 de octubre de 1968 en el Centenario del Grito de Yara “en Cuba solo ha existido una sola Revolución, la que inició Céspedes y que triunfó el 1ro de enero de 1959”
Diez de abril, obra y continuidad de una Revolución
Foto: Internet

Por Jorge Navarro Torres/Colaborador

Abril, 2024.- “Más bella es la naturaleza cuando la luz del mundo crece con la de la libertad; y va como empañada y turbia, sin el sol elocuente de la tierra redimida, ni el júbilo del campo, ni la salud del aire, allí donde los hombres, al despertar cada mañana, ponen la frente al yugo, lo mismo que los bueyes. Guáimaro libre nunca estuvo más hermosa que en los días en que iba a entrar en la gloria y en el sacrificio”.

Así escribió José Martí, el Héroe Nacional de Cuba, al valorar lo ocurrido el 10 de abril de 1969 en la ciudad camagüeyana de Guáimaro, cuando los patriotas en pie de guerra contra el yugo de España se reunieron para constituir la República en Armas.

Desde el Oriente levantisco, Las Villas y el Camagüey llegaron quienes ostentaban la representación de sus compatriotas para dar unidad y organización a las fuerzas revolucionarias alzadas desde que Carlos Manuel de Céspedes diera la libertad a sus esclavos e hiciera sonar la campana del ingenio La Demajagua.

A Guáimaro llegó el propio Padre de la Patria acompañado de otros coterráneos orientales que marchaban al encuentro de los locales camagüeyanos y de los villareños.

Allí más de 20 almas se fundieron en el saludo ferviente y el abrazo sincero a los hombres que tuvieron el alto honor de ser fundadores de una incipiente nación, aún no acrisolada.

De lo discutido en las jornadas de debates mucho se conoce, de los encuentros y desencuentros de criterios y opiniones también, pero de Guáimaro queda lo más importante: el concepto de unidad, el afán de justicia, el poner fin a la esclavitud y el reclamo de aquella adelantada a su tiempo, Ana Betancourt, por los derechos de las mujeres.

También la historia con sus misterios inabarcables quiso que esa fecha, pero de 1892, fuera constituido el Partido Revolucionario Cubano, al que José Martí le dedicó todas sus fuerzas y energías para organizar y dirigir la Guerra Necesaria con “todos y para el bien de todos”, como antes adelantara el Apóstol de l Independencia Nacional y no “como empresa personal que mueva a celos a los rivales descontentos”.

El Partido fundado por Martí tuvo en consideración aquello proclamado en Guáimaro en busca de libertad y desterrar de su ejercicio las experiencias sacadas de los errores cometidos en las Guerra de los Diez Años y la Chiquita, y preveía que la contienda debía ser “generosa y breve” para evitar que las fuerzas internas y externas se desencadenaran, que un gigante cayera sobre los pueblos de América como advirtiera en su carta inconclusa a su amigo Manuel Mercado.

¿Casualidad de que aquella fecha fuera la escogida por Martí? Diríamos continuidad porque -como señala el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en su discurso del 10 de octubre de 1968 en el Centenario del Grito de Yara- “en Cuba solo ha existido una sola Revolución, la que inició Céspedes y que triunfó el 1ro de enero de 1959”.

Fuentes utilizadas:

  • Patria, 10 de abril de 1892
  • El alma creadora: La fundación del Partido Revolucionario Cubano
  • Sitio web del Partido Comunista de Cuba