La Habana y San Petersburgo, lazos entrañables que afianzar

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Marrero Cruz agradeció la hospitalidad del pueblo y Gobierno rusos durante su estancia en la nación euroasiática y ponderó, sobre todo, la acogida en la antigua Leningrado, urbe entrañable que lleva con honor el hecho de no haberse rendido jamás ante el feroz asedio nazi en la Gran Guerra Patria
La Habana y San Petersburgo, lazos entrañables que afianzar
Fotos: Estudios Revolución

La Habana, Cuba, 16 jul.- Despojado de todo formalismo, como suele ocurrir entre amigos, fue el encuentro de este sábado del miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, con el presidente del Comité de Relaciones Exteriores de San Petersburgo, Evgueny Dmitrievich Grigoriev, quien realiza una visita a Cuba.

Un cálido recibimiento en el Palacio de la Revolución sirvió de antesala al diálogo, que se extendió por casi una hora, y en el cual trascendió el interés de materializar proyectos conjuntos en sectores como el turismo, porque permite atraer y comprometer otras esferas, la biotecnología y el intercambio cultural.

“Es de mucho agrado recibirlo en Cuba”, dijo el Jefe de Gobierno, a pocos días de cumplimentar su primera visita oficial a la Federación de Rusia, en calidad de Primer Ministro, que incluyó un intenso programa de actividades en la ciudad de San Petersburgo.

Marrero Cruz agradeció la hospitalidad del pueblo y Gobierno rusos durante su estancia en la nación euroasiática y ponderó, sobre todo, la acogida en la antigua Leningrado, urbe entrañable que lleva con honor el hecho de no haberse rendido jamás ante el feroz asedio nazi en la Gran Guerra Patria.

De Evgueny Dmitrievich Grigoriev, el Primer Ministro subrayó su amplio conocimiento sobre la historia y cultura de su territorio y la pasión con la cual logra transmitirlo. Su visita, añadió, encierra muchos mensajes, en especial el compromiso y seriedad de los proyectos evaluados con las autoridades de la ciudad rusa, y de lo que el propio Primer Ministro nombró como una suerte de hoja de ruta entre San Petersburgo y la Mayor de las Antillas.

 “Es un privilegio haber visitado Cuba”, “aquí se han pronunciado palabras nacidas del alma”, expresó Grigoriev, quien significó la amistosa bienvenida con “expresiones de verdadero cariño, alejadas de toda formalidad”.

De “fructífera y aportadora” calificó la agenda de trabajo en La Habana, la cual da seguimiento a los acuerdos entre ambos países, «en particular los concernientes a San Petersburgo, tanto las acciones inmediatas como aquellas con una perspectiva visible».

En ese sentido, llamó la atención sobre proyectos de interés mutuo, impulsados al más alto nivel, y que pretenden elevar los nexos económicos y comerciales a la misma altura de las excelentes relaciones políticas.

También dialogó sobre la posibilidad de crear un programa que contribuya a acercar a San Petersburgo y Santiago de Cuba, en el contexto del aniversario 50 de la hermandad entre las dos ciudades.

Por la parte cubana estuvieron presentes el vice primer ministro y titular de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Ricardo Cabrisas Ruiz; el director general interino de Asuntos Bilaterales de la Cancillería, Luis Alberto Amorós Núñez, y el embajador de Cuba en Rusia, Julio Garmendía Peña.

Entretanto, acompañaron al distinguido visitante, Igor Polikarpovich Tkach, alto representante de la Alcaldía de Moscú; Viktor Koronelli, embajador de la Federación de Rusia aquí; Anna Kosenkova, ministra consejera de la Embajada, y Nana Mgeladze, cónsul general del país euroasiático en Cuba.

(Granma)