El que quemó, Agramonte, tus despojos,
no ha saciado la sed de sus enojos
ni ha borrado la gloria del rescate.

Héroe cubano de valor esquivo,
de la Historia en la página te advierto,
en las entrañas de la Patria, muerto,
y en el recuerdo de la Patria, vivo.
Cuando ya inerme se sintió el nativo,
llegóse a ti como se llega a un puerto:
¿Con qué voy a pelear? díjote incierto;
¡Con la vergüenza! respondiste altivo.
El que quemó, Agramonte, tus despojos,
no ha saciado la sed de sus enojos
ni ha borrado la gloria del rescate.
A enaltecer tu majestad coadyuva…
y hoy ese polvo de tus huesos late
como si fuera el corazón de Cuba.
Rubén Martínez Villena
Incluido en Mensaje lírico civil. Tomado de El párpado abierto. Selección y prólogo Juan Nicolás Padrón. La Habana, Ed. Letras Cubanas, 2004 (2da. edición), p.65.