La huella indeleble de un líder revolucionario

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El pensamiento de Fidel Castro, influenciado por el ideario martiano y el marxismo-leninismo, abogó por la autodeterminación de los pueblos y la lucha contra el imperialismo
La huella indeleble de un líder revolucionario
Foto: Cubadebate

Por Diosmel Galano Oliver/Radio Camagüey

Noviembre, 2024.- Un legado, marcado por una mezcla de fervor revolucionario, ideales socialistas y una política exterior desafiante, dejó una impronta que trasciende generaciones y que a ocho años de su partida hacia la inmortalidad mantienen a Fidel Castro Ruz como una fuente de la que siempre hay que beber.

Nacido el 13 de agosto de 1926 en el poblado de Birán, desde joven mostró un interés por la política y la justicia social, influenciado por las desigualdades observadas a su alrededor; trayectoria política iniciada en la Universidad de La Habana donde se involucró en movimientos estudiantiles que abogaban por reformas democráticas y sociales.

La Revolución cubana, que culminó en 1959 con el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista, marcó un punto de inflexión no solo para Cuba sino para toda América Latina.

Fidel, junto a figuras como Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos, implementó una serie de cambios que buscaban transformar la estructura económica y social del país. La nacionalización de industrias, la reforma agraria y la implementación de programas de salud y educación fueron algunas de las medidas que caracterizaron y posicionaron el hacer del nuevo gobierno, el de los humildes, por los humildes y para los humildes.

El pensamiento de Fidel Castro, influenciado por el ideario martiano y el marxismo-leninismo, abogó por la autodeterminación de los pueblos y la lucha contra el imperialismo; la famosa frase «La historia me absolverá» refleja la convicción de que lucha tenía un propósito mayor: liberar a Cuba del dominio extranjero y construir una sociedad más justa.

La relación con Estados Unidos fue tensa desde el inicio de su mandato, especialmente tras la fallida invasión de Bahía de Cochinos en 1961 y la posterior Crisis de los Misiles en 1962, eventos que consolidaron su postura antiimperialista.

El 25 de noviembre de 2016 la nación y el orbe se asombraban con la noticia del fallecimiento del Comandante en Jefe de la Revolución cubana, sobrevinieron días de profundo dolor y las más variadas muestras de cariño de agradecidos de todas las generaciones; ocho años después su imagen es venerada por muchos como un símbolo de resistencia y dignidad frente a las adversidades.

Hoy, mientras Cuba navega por un mar de cambios económicos y sociales, el pensamiento de Fidel continúa resonando en el discurso político, las nuevas generaciones enfrentan el desafío de reinterpretar su legado en un contexto global cambiante, donde cada día es más evidente la necesidad de concretar el mundo mejor y posible por el que tanto abogó.

La trascendencia de Fidel Castro Ruz en la historia de Cuba es innegable, pero más allá de las páginas de los libros perdura en el corazónde todo su pueblo, de todos los que en las más variadas latitudes supieron de su actuar de titanes; vida que dejó una huella profunda y transformadora en Cuba, en toda América Latina y más allá.