El futuro del Caribe como un santuario atemporal para los viajeros depende de la gestión estratégica de sus recursos y del equilibrio cuidadoso entre crecimiento y sostenibilidad
La Habana, Cuba, 3 sep.- En una era marcada por rápidos cambios en los patrones de viaje globales y desafíos únicos, la región del Caribe ha emergido como un ejemplo de resiliencia y crecimiento.
A pesar de haber sido proyectada como una de las regiones más propensas a tener dificultades y de las últimas en recuperarse de la pandemia global, el Caribe ha desafiado las expectativas.
No solo fue una de las primeras regiones en rebotar, sino que rápidamente regresó a una trayectoria de crecimiento, demostrando la fortaleza y perseverancia de su industria turística.
La Asociación de Hoteles y Turismo del Caribe (CHTA) publicó recientemente su Informe de Referencia de Construcción e Inversión, que ofrece una visión integral de los desarrollos hoteleros y de infraestructura en curso, las futuras iniciativas y el panorama turístico en evolución de la región.
Nicola Madden-Greig, presidenta de la CHTA, destacó la respuesta dinámica de la región a la pandemia, atribuyendo su éxito a los esfuerzos colaborativos de los sectores público y privado. Esto incluye sólidas asociaciones con organizaciones regionales e internacionales como la Agencia de Salud Pública del Caribe (CARPHA), la Organización de Turismo del Caribe (CTO), el Banco Mundial y la Organización Mundial del Turismo (UNTOURISM).
El informe muestra que en 2021 el sector de Viajes y Turismo del Caribe experimentó la segunda recuperación más rápida a nivel global, con una contribución al PIB que creció un 36.6%. Mirando hacia el futuro, entre 2022 y 2032, se espera que el sector crezca a una tasa anual del 6.7%, superando significativamente la tasa de crecimiento económico general de la región del 2.4%. Esta trayectoria de crecimiento podría llevar al sector turístico del Caribe a alcanzar los 96 mil 600 millones de dólares para 2032, frente a los 50 mil 500 millones de dólares en 2022, además de crear 1.34 millones de nuevos empleos.
Esta perspectiva optimista se debe a la fuerte demanda y al creciente interés de los inversores internacionales. Actualmente, la inversión extranjera directa en el Caribe está en su punto más alto, con muchas marcas globales ansiosas por establecerse en la región.
Según datos de STR, hay más de 29 mil 987 nuevas habitaciones de hotel en proyecto, junto con importantes desarrollos de infraestructura. Los destinos de la región están reimaginando sus paisajes turísticos para atender las necesidades de una nueva generación de viajeros que priorizan la sostenibilidad, las experiencias únicas y la seguridad.
Sin embargo, el informe también enfatiza la importancia de una planificación estratégica para gestionar este crecimiento. Cuestiones como la capacidad de carga, la conectividad aérea adecuada, la inversión en infraestructura esencial como carreteras y servicios públicos, y la capacitación de capital humano son áreas críticas que requieren atención. Además, priorizar el desarrollo sostenible y mejorar la preparación ante crisis y la protección del medio ambiente son claves para asegurar el éxito a largo plazo del Caribe como un destino turístico global líder.
A medida que la región continúa atrayendo inversiones y viajeros, es crucial que las partes interesadas, como los gobiernos, los responsables de políticas y los líderes del sector privado, no solo cuantifiquen las inversiones, sino que también aseguren una planificación adecuada para evitar los peligros del crecimiento descontrolado. El futuro del Caribe como un santuario atemporal para los viajeros depende de la gestión estratégica de sus recursos y del equilibrio cuidadoso entre crecimiento y sostenibilidad.
El informe de la CHTA sirve tanto como testimonio de la notable recuperación del Caribe como de hoja de ruta para navegar las complejidades del mercado turístico de la región con confianza y previsión.
(Cubasí)