De la vía a la jungla, andar con precaución

Loading

Enfrentar el problema sin trabas deviene asunto de toda la sociedad en el ámbito preventivo y de la educación ciudadana, como en la enérgica respuesta de las instituciones responsables de aplicar medidas legales, las que están llamadas a ser más severas con aquellos que pretenden vivir en la jungla de asfalto
De la vía a la jungla, andar con precaución

Agosto, 2024.- Asumir con madurez la responsabilidad que requiere la toma de conciencia ante el cumplimiento de la seguridad vial es un tema de interés social. Es deber de todos preocuparnos por los daños que ocasionan a la sociedad por lo que es necesario tener claro que quienes conducen vehículos sin precaución y sentido común son un peligro por lo que debe ser erradicado.

Miles de accidentes con disímiles muertos y heridos ocurren cada año, y en la mayor parte de ellos la culpa recae en los conductores, pues no respetan lo establecido en el Código de la Seguridad Vial.

El artículo 2 de la Ley 109 Código de Seguridad Vial plantea que la seguridad vial es un sistema integral que comprende el conjunto de actividades, funciones e instituciones jurídicas, íntimamente vinculadas entre sí, que tiene como finalidad el máximo aprovechamiento y duración de las inversiones, y el desplazamiento fluido, seguro y eficiente de vehículos y peatones en las vías.

Esta ley regula integralmente la actividad vial y del tránsito, establecer sus principios básicos y definir en relación con esta materia las funciones de los ministerios del Transporte y del Interior, como sus organismos rectores, las responsabilidades de los organismos e instituciones en ella referidos, y la estructura y funciones de las comisiones de seguridad vial que al efecto se constituyen para realizar estudios, coordinar los esfuerzos de las entidades que en ella intervienen y promover iniciativas.

En este aspecto no puede decirse otra cosa que irresponsabilidad de los choferes que violan los límites de velocidad, irrespetan el derecho de vía, conducen bajo los efectos de bebidas alcohólicas o viajan sin prestar atención al control del vehículo, en cuanta bobería ocurre a su alrededor.

Una tendencia al aumento se observa también en los accidentes calificados como masivos, casi siempre por la violación de las medidas para el traslado de personas en carros de carga o por el proceder negligente de choferes de sobrecargados camiones de pasajeros que circulan sin ningún cargo de conciencia.

Más allá del estado de las carreteras y la actitud individual ante las normas de circulación, la seguridad vial es un problema relevante para la salud pública. Los accidentes de tránsito hoy cobran más vidas que el tabaco, la diabetes, el cáncer o el sida.

El personal de la salud en este contexto es indispensable como consejero y participante activo de la seguridad vial. Del mismo modo tanto conductores como peatones, cuidan de su salud, previenen activamente los accidentes.

Cada año se pierden en el mundo aproximadamente 1.35 millones de vidas como consecuencia de los accidentes de tránsito. Entre 20 millones y 50 millones de personas sufren traumatismos, y muchos de ellos provocan una discapacidad.

Estas y otras muchas imprudencias, que bien pueden evitarse, hacen que los accidentes sean hoy la quinta causa de muerte en Cuba, de manera general, y la primera entre el segmento más joven de la población.

Enfrentar el problema sin trabas deviene, por tanto, asunto de toda la sociedad, en el ámbito preventivo y de la educación ciudadana, como en la enérgica respuesta de las instituciones responsables de aplicar medidas legales, las que están llamadas a ser más severas con aquellos que pretenden vivir en la jungla de asfalto.

(Radio Cadena Agramonte)