Oro de Idalys Ortiz enorgullece a Cuba

Por un momento creí que vivía en un sitio más poblado, no en medio de esta paz de casas aisladas con grandes jardines: los gritos de euforia rompieron el silencio habitual. “¡Oro!” “¡Oro!” “¡Idalys!” No por esperado dejó de hacer saltar a media Cuba de sus asientos.