Por Betzabe Cabreja Jeffers/Radio Camagüey
Enero, 2023.- Cuando tenía cinco años siempre quise preguntarle qué era ser la esperanza del mundo, pero mi abuela me contó que calló en Dos Ríos, me leyó La Edad de Oro y en ese tesoro hallé la respuesta a mi pregunta.
Más tarde me habló del mambí, el orador, el poeta, el pensador, el periodista. Me contó de Carmen, del Isamelillo y la guerra. Supe que sus escritos eran bibliografía obligatoria para aprender más de la riqueza de nuestro idioma.
De repente hablamos de exilio, de amor, de Patria, de Pinos nuevos y por supuesto de una Cuba con Todos y para el bien de todos. También conocí de esa América que idealizó y llamó nuestra.
Interioricé que hombre es más que negro, más que mulato, más que blanco, porque solo existe una sola raza, la humana. Descubrí que vivió en el monstruo y le conoció las entrañas. Pero sobre todo aprendí que David venció a Goliat con la mejor arma que tenía, sus ideas.
Al cumplirse 170 años de su natalicio, pedazos de este verde caimán llegan hasta otras latitudes para intercambiar realidades, costumbres, historia y tradiciones. El maestro me enseñó La Galería de París, la grandeza de Tres Héroes. Hoy ya no tengo cinco años pero estoy consciente de que ser culto, sigue siendo el único modo de ser libres.