Por María del Carmen Pontón Guillemí/Colaboradora
Noviembre, 2022.- Escuchaba a los deportistas tras cada victoria o después de su presentación. Disfrutaba cada ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos! o ¡Te amo Cuba! ¡Me debo a mi bandera! en voz de cada deportista cubano que triunfaba.
Siempre con la convicción de que lo que se hace con el corazón sale bien, esas eran enseñanzas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Siempre defendió que
“el deporte no es en nuestra Patria un instrumento de la política, pero el deporte sí es en nuestra Patria una consecuencia de la Revolución”.
Por eso, en los pechos de los deportistas con orgullo ostentan la bandera cubana, porque siempre llevaron su profuso legado, sus palabras de aliento, de confianza.
En una oportunidad despidiendo a una delegación que se aprestaba a representarnos, le dijo al grupo de atletas: “Si yo naciera en esta época, ¿saben lo que me gustaría ser? Deportista».
Porque para Fidel
“Creer en los jóvenes es ver en ellos, además de entusiasmo, capacidad; además de energía, responsabilidad; además de juventud, ¡pureza, heroísmo, carácter, voluntad, amor a la Patria, fe en la Patria! ¡Amor a la Revolución, fe en la Revolución, confianza en sí mismos, convicción profunda de que sobre los hombros de la juventud se pueden depositar grandes tareas!»
El líder de la Revolución Cubana demostró que el deporte en este pequeño y heroico país hospeda los sentimientos de soberanía e independencia, el respeto por el ser humano, por la humanidad y tiene una expresión de Patria.