Entre quienes han amado a Cuba y a su pueblo, vale recordar y reconocer, por esos lazos de hermandad, al honorable doctor Antonio Agostinho Neto, líder de las guerrillas del Movimiento Popular de Liberación de Angola y el primer presidente de la república nacida en noviembre de 1975.
Su presencia permanece entre nosotros gracias a esa inquebrantable amistad con el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y por sus convicciones anticolonialistas.
De su labor política mucho se ha hablado, hincada desde la juventud con un gran activismo revolucionario en la práctica, pero también desde las letras; para él la poesía fue vehículo de expresión del sentimiento contra la opresión, por la liberación nacional y el rescate de valores culturales.
Antonio Agostinho Neto sobresalió como estratega. Su labor, junto a Fidel, en la Operación Carlota, fue primordial para convertir aquella misión en una de las más singulares hazañas militares de la época moderna.
“¡Qué temple e ingenio los de Agostinho¡-expresó Fidel–hombre con alma de poeta y de músico, quien bajo el precepto de un solo pueblo, una sola nación, destruyó las bases de la dominación imperial e inició la nueva era del continente africano, que comenzó con la liberación, además, de Namibia y Sudáfrica, tras la derrota del apartheid.
Defendió la integración y la reconciliación como ejes de su política, para que todo ciudadano se sintiese un hombre útil para el desarrollo de la nación.
Previsoramente inició la lucha por erradicar el analfabetismo, con el método cubano “Yo sí puedo”
Receptivo y atento a lo que se le sugería, por el bienestar de su pueblo, lo que lo hizo acercarse siempre al líder de nuestra Revolución.
Por siempre Fidel.
Texto por MSc. María del Carmen Pontón Guillemí/Colaboradora/RadioCamagüey (Fotos: de Internet)