«El impacto del nuevo Código de las Familias que será sometido a referendo ha sido muy amplio a nivel internacional, porque no solo ha considerado lo más profundo y lo más íntimo del panorama familiar cubano, sino que ha tenido en cuenta las experiencias de otras regiones del mundo»
Las Tunas, Cuba, 7 sep.- «El impacto del nuevo Código de las Familias que será sometido a referendo ha sido muy amplio a nivel internacional, porque no solo ha considerado lo más profundo y lo más íntimo del panorama familiar cubano, sino que ha tenido en cuenta las experiencias de otras regiones del mundo».
Así lo aseveró la doctora en Ciencias Yamila González Ferrer, vicepresidenta de la Unión de Juristas de Cuba, en un intercambio con una representación de diversos sectores de la sociedad tunera.
La experta señaló, además, que la norma jurídica «plantea la solución a aspectos que son vitales para la familia cubana, pero lo hace tomando en consideración la manera en que se han resuelto problemáticas similares en otras regiones del mundo, en América Latina, y eso nos permite contar con una norma de mucha fortaleza».
Insistió en que el texto desarrolla el contenido de nuestra Carta Magna, pero, a la vez, contiene aspectos que aluden a los tratados internacionales de los que Cuba es firmante, dígase, por ejemplo, la Convención de los Derechos del Niño.
«Los expertos de esos organismos internacionales han hecho recomendaciones a Cuba cuando nuestro país presenta sus informes, y eso se ha tenido en cuenta para la redacción del texto. Se ha hecho, entonces, una norma actualizada, acorde con las principales necesidades y exigencias que se manejan no solo en el ámbito nacional, sino internacional».
La también profesora titular de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana señaló que han sido muy enriquecedores e interesantes los intercambios con especialistas y catedráticos de otros países.
«Ellos han reconocido la integralidad, riqueza, profundidad del Código, ya que va a cada aspecto de la diversidad de nuestras familias, les da soluciones, alternativas y posibilidades a todas las personas y en cualquier circunstancia».
Otro de los aspectos tratados en su disertación tuvo que ver con lo que, según sus propias palabras, ha sido una peculiaridad de Cuba: la participación popular.
«Un elemento que ha despertado también el interés internacional es la forma en que hemos articulado nuestra democracia participativa, y que se ha expresado en las consultas especializada y popular, y en las transformaciones que se han llevado a cabo al contenido del Código sobre la base de esas consultas. Es una obra colectiva con participación de pueblo.
«Es notable también que, a pesar de ser una norma aprobada en el seno del Parlamento cubano, no puede entrar en vigor si el pueblo no la respalda, la legitima, en el referendo el próximo día 25».
(Granma)