Por Diosmel Galano Oliver/Radio Camagüey
Otras jornadas de Cuba por la vida se viven en Camagüey, los niños de 2 a 11 años de edad reciben una dosis anti COVID-19 para reforzar las defensas del organismo ante el nuevo coronavirus, todavía presente en la sociedad.
Estar por estos días en alguno de los vacunatorios habilitados en instituciones educativas o de otro tipo ubicadas en las comunidades, es compartir con los más pequeños desde los gritos que en algunos arranca la jeringuilla hasta la valentía casi increíble de otros.
Es comprobar cuan despierto son desde las primeras edades para pedirle al personal médico que los inyecte suave o que le busquen alguna que no traiga dolor, ser testigo incluso de como la enfermera pierde el nombre para llamarse desde ese momento en La que pincha.
Otro momento en el cual el Estado cubano asegura calidad de vida para los infantes y lleva hasta los brazos la protección que representan las vacunas desarrolladas por la ciencia de la mayor de las Antillas.
Desde el 15 de agosto en la geografía agramontina vuelve a circular la vida en dosis de soberanía y salud, un monento importante para las familias, aunque todavía sean pocos los hombres que acompañen el momento.
Más de 26 mil niños de la capital provincial recibirán por estos días la dosis de refuerzo anti COVID-19, inyecciones que respaldadas por la responsabilidad y el cumplimiento de los protocolos sanitarios evitarán el rebrote de la pandemia, y asegurará la vida de todos.
Un triunfo más para la ciencia y para la salud pública cubana.
